por Eugenio YUnis, desde Santiago de Chile, especial para el PDA

El balance realizado en Sao Paulo indicó que los progresos alcanzados en materia de sustentabilidad en el turismo desde la 1ª Cumbre de la Tierra en 1992 han sido modestos. Los participantes convinieron en que hay segmentos de la industria turística, -por ejemplo, algunos grandes grupos hoteleros, pequeños hoteles, las PYMES ligadas al ecoturismo y algunos tour operadores- que efectivamente han hecho avances en materia de sustentabilidad. Estos segmentos y empresas han mejorado sustancialmente sus indicadores medioambientales (reducción en el consumo de energía y de agua, utilización de fuentes energéticas no contaminantes, separación y tratamiento de desechos, etc.), así como su responsabilidad social con sus trabajadores (contratos y salarios dignos e igualitarios para hombres y mujeres, capacitación continua, etc.) y con las comunidades donde están insertas, reduciendo los niveles de pobreza y favoreciendo el desarrollo económico de los destinos donde operan.

Pero también se constató que una buena parte de la industria turística y muchos países continúan con políticas de expansión y de inversión poco sustentables, más centradas en aumentar los flujos de turistas internacionales, que en mejorar la calidad y sustentabilidad de las empresas y los destinos, o en maximizar los impactos positivos del turismo en las comunidades anfitrionas. Pareciera que el único “triunfo” que desean exhibir algunos ministros de turismo es el aumento en las llegadas de turistas internacionales, ignorando el turismo interno y, lo que es peor, ignorando que el verdadero objetivo de querer más turistas en un país es para lograr otros fines más loables y de impacto realmente positivo, al menos desde la perspectiva pública, como son el incremento del PIB, del empleo local, la conservación de la biodiversidad, y en definitiva, el mejoramiento del nivel y de la calidad de vida de los residentes, especialmente de los más pobres.

A juzgar por los informes que emanan de RIO + 20, los resultados de la Conferencia Global fueron decepcionantes por la falta de compromiso real de los gobiernos en reducir sus emisiones, sus cuotas de pesca, sus explotaciones forestales incontroladas y otros factores destructivos que han llevado al planeta a situaciones de riesgo y a generar sociedades con grandes desequilibrios sociales y económicos. Por sólo mencionar uno de estos factores, la degradación ambiental y la sobreexplotación de recursos naturales, de no ser frenadas, continuarán minando la base de recursos del turismo y el futuro del planeta.

En materia de turismo, la pre-conferencia de Sao Paulo identificó las siguientes líneas principales de acción para avanzar más rápidamente hacia un turismo más sustentable: 1) Re-enfocar las estrategias de desarrollo del turismo, pasando desde objetivos puramente turísticos hacia objetivos del desarrollo sustentable de las sociedades; 2) Crear incentivos fuertes para que las empresas turísticas adopten prácticas de sustentabilidad, y reconocer a través de certificaciones universalmente aceptadas a las que lo hagan; 3) Re-enfocar las estadísticas de turismo, midiendo impactos de la actividad turística sobre las economías locales y el medio ambiente, en vez de medir únicamente llegadas turísticas internacionales; 4) Estimular el consumo turístico responsable por parte de los turistas, dando prioridad en la difusión y promoción pública a los destinos y empresas más sustentables.

Es de esperar que las políticas públicas de turismo y las conductas empresariales en los países sudamericanos se orienten en esas mismas direcciones.

Portal de América